sábado, 31 de octubre de 2009

COMUNICADOS Y ENREDADOS (TTC FINAL)



TECNOLOGIAS PARA EL TRABAJO COLABORATIVO (TTC)

Por Laura Hojman
BUENOS AIRES, oct- Lograr comunicar los conocimientos y hacerlos circular, vivir entre pautas que conectan y formas tecnológicas de vida, aprender a pensar y diseñar en red, ser una prolongación de las tecnologías que se miniaturizan y digitalizan y que tienen propietarios y la distinciòn entre la existencia y lo que construimos como personas de nosotros y los demàs, son parte de las claves que propone este segmento de la Diplomatura denominado Tecnologías para el trabajo Colaborativo (TTC).
Paul Baran, según Abbate, (1999) fue un joven que con 30 años de edad aceptó un trabajo en la gravitante Rand Corporation en 1959 con el objetivo de diseñar un sistema de comunicaciones capaz de detener un presunto ataque nuclear soviético.
Como una suerte de pionero o adelantado más allá del objetivo para el que fue contratado encontró tres tipos de organización de redes: Centralizadas, descentralizadas y distribuidas, y concibió esa estructura impensada allá a inicios de los ’60 como “sistema de autopistas”, una suerte de retícula.
Barán pasó a la historia con sus idea pre redes, de crear un sistema de comunicación digital, pero tuvo dos escollos: los militares no le hicieron caso y esta demanda difícilmente pudo ser sostenida por el monopolio telefónica AT&T que reinó de 1910 a 1982 en Estados Unidos.
Las ideas de Baràn naufragaron ante la oposición combinada del pensamiento centralizado de los militares y de las prácticas monopólicas de la industria y se verían valoradas una década más tarde cuando ARPA las desarrollará por cuenta propia.
Con Bob Taylor al frente de los programa de computación ARPA encontró que las computadoras -que en ese entonces costaban millones de dólares- eran incapaces de comunicarse entre si.
En 1967 las líneas de Baràn comienzan a circular ampliamente entre los físicos ingleses encabezados por Donald Davis, entretanto los militares ya no habían dado un paso al costado en la toma de decisiones y en el desarrollo, por lo que Internet estaría lista para dar sus primeros pasos..
Alejandro Piscitelli, en “La Web como ecosistema virtuoso/vicioso” sostuvo que la red “crece sin parar en nodos y enlaces”, que “nadie sabe exactamente la forma que tiene la red” y que, no existe un “mapa”de la Web y lo que en realidad existen son
innumerables mapas que buscan delinearla o recorrer sus principales configuraciones (Dodge, Martin & Ktichin, 200, 2001).
Este nuevo soporte es incapaz de estudiar el comportamiento del casi millón de usuarios. Para Piscitelli la red es un “desastre exitoso”, que es difícil de retratar y aislar y eso la haría inmune a cualquier ataque.
En los ’70 nadie imaginó que la red iba a llegar a un millón de usuarios y en los últimos diez años la Web tomó diversas formas y a la vez implicó la llegada de nuevas tecnologías, que a su vez generaron diversas formas de enseñar, aprender, oír, ver negociar, entender y aburrir, entre otras..
Hoy lo que si es cierto es que en cada avance tecnológico se gana mucho y se pierde bastante y también se sabe que la red es “scale-free”, es decir que crece en forma aleatoria.
Acerca de las formas tecnológicas de vida, se afirma que el mundo se está inundando por ondas y nuevas experiencias comienzan a ser digitalizadas o digitalizables. Dichos aparatos e insumos tienen dueños que nos lo ceden a un costo.
Hoy nuestra vida está tecnologizada: vivimos rodeados de monitores, TV, celulares, iphones, y estos aparatos los veremos pronto a otros como artefactos y muebles de la casa. Se pronostica que aquellos se tornarán más virtuales y más sutiles y hasta van a comprender qué y cuando queremos hacer algo.
Las tecnologías serán digitales y a distancia, a través de las ondas que producen y hasta los seres humanos, considerados una especie “relacional”, no terminaremos en nuestra piel ni nuestra mente, sino que como muchos piensan nos transformaremos en una “prolongación” de las tecnologías.
´Queremos conversar con nosotros, construir una realidad; somos un entorno tecnológico”, afirmó Scot Lash.,
La forma de vida que plantea Lash es atmosférica, se rige bajo la lógica del satélite y plantea que las cosas “se están comprimiendo, miniaturizando y esto funciona clausurando el acceso que podemos tener a las tecnologías que nos rodean.
Jeremy Rifkin plantea que nos acercamos a la ”tercera revolución industrial, mientras que Pierre Levy habla de la “aceleración de lo virtual”.
Lo cierto es que ya somos seres conectados y que cuanta más información tomamos del entorno menos cambiamos (clausura operacional), es decir como se procesan los cambios.
Pero, por más acceso que se tenga a aparatos y programas existe el problema que ellos son propiedad de un pocos a quienes hay que pagarles para el uso del servicio.
Hoy todo está procesado con derechos de autor, desde los blogs, los wikis hasta las grandes tecnologías.
Hay tres formas de propiedad: las Marcas (vivimos rodeados de marcas y pagamos por ellas); Patentes: Propiedad de una invención o prototipo del mundo real y copyrights, (derechos de autores) de una invención en el mundo imaginario, libro, cuento, artículo.
Es frecuente que aparezca siempre el mismo logo de empresas como Microsoft, con el Windows, en el control de diversos sistemas como cajeros, gobiernos y aeropuertos.
Marcelo Tinelli con su productora al igual que otras es poseedor de un laboratorio de prototipos que venda o exporta. La pregunta es: ¿por qué hay que pagar para su uso?
Si una coca cola nos cuesta 2 pesos, qué nos están cobrando?, seguramente la marca.
Pagamos por las marcas y en esta caso Coca inventó una diferencia, una exclusividad, como la empresa indumentaria deportiva Nike inventó el trabajo cuasi esclavo en Tailandia.
Los laboratorios se apropian de las invenciones y el copyright o derecho de autor rige la propiedad de una invención del mundo imaginario. Los objetos patentado tienen una “carga” es el sentido, para agregar valor.
Otra controversia la genera el llamado “fabbing”, que es un tipo de hardware que permite imprimir objetos en 3D a partir del diseño realizado en al propia computadora. También el interrogante que plantea esta invención es qué ocurrirá cuando se quiera aplicar a la educación y los docentes quieran imprimir algún objeto que diseñen los alumnos.
Una de las respuestas o alternativas la planteó Latour, quien dijo que “hay que inaugurar el Parlamento de las cosas”y devolverle la palabra a los objetos. (1986) y denominó la “Constitución moderna”, a la necesidad de un trabajo de mediación entre los laboratorios que hablan por los objetos.
Aludió al “Tercer Reino” de sujetos purificadores y objetos híbridos inmanentes, que no seria otra cosa que una red de cuasi objetos y cuasi sujetos, una “Red de actantes”.
Para Latour es el “Reino del medio”, actualmente multiplicado por el tecnopaisaje, máquinas inteligentes, webcams. bases de datos, soja transgénica, biomedicina, entre otros exponentes.
También contamos con la “Tecnociencia”, una red centralizada a científicos, tecnologías y otros agentes materiales, sociales, políticos, ambientales.
Pero ¿los inventos y creaciones del mundo moderno a los que hoy tenemos acceso en mayor o menor grado, nos proporcionan el residuo cognitivo?. Hay conocimiento cuando se logró comunicárselo al otro.
Entonces ¿quién es el que sabe, quien es el que enseña, cuál es la verdad, es una o varias, hay una o varias realidades, somos quienes creemos que somos o tal vez la construcción que nos hacemos del mundo o la que dejamos en los otros?.
Ello seria parte de la esencia humana y su lucha entre otras contra el aburrimiento: Siempre estamos buscando un sentido a las cosas para no sentir el vacío.
Paul Watzlawick, en el “El sinsentido del sentido o el sentido del sinsentido”, Editorial herder, 1995 y los exponentes de las conferencias de Viena (1987) eran partidarios de la transmisión y la ciencia a sectores más vastos de la sociedad.
Watzlawick investigó la fragmentación de la realidad, donde para el “la subjetividad es la visión de la realidad, a través de causas objetivas, sociales, cuestiones de sexo, cultura”, entre otras,
El notable psicoanalista y defensor del constructivismo, a pesar de que algunos lo asociaban al nihilismo dio dos conferencias relacionadas con la realidad y una de sus afirmaciones fue que “el mundo es objetivamente como lo vemos”.
En los últimos 20 años casi todas las disciplinas relacionadas con las ciencias del espíritu pasaron por una fase constructivista., ya Plutarco acercó algunas nociones sobre el constructivismo radical, al sostener que existen dos realidades: La percepción directa por los órganos sensoriales y la atribución de sentido y de valor.
Watlzawick, solía referirse a los conceptos de amplitud y estrechez que marcan al ser humano y sostenía que “en las relaciones humanas no hay verdades sencillas y que lo “normal” es una cultural. La idea de lo “real” son siempre construcciones, que dan al individuo la posibilidad de ser libre y decidirse por una realidad”.
Sostuvo que “alma y sociedad” son inseparables y reforzaba su adhesión al constructivismo radical con la premisa que las personas mismas somos las que
atribuimos un sentido al mundo. “No encontramos el mundo, lo inventamos”, decía.
Mientras nuestras construcciones de la realidad del mundo cuadran vivimos una vida soportable; si las concepciones se desintegran se puede llegar a la locura, la depresión, el suicidio.
Aunque afirmó que la gente va a la terapia para liberarse de las “irracionalidades” y “efervescencias sentimentales”, para luego sentir un gran vacío interior, que tapan en algunos casos con adicciones, también consideró que estamos condicionados por el sistema pero a la vez podemos intervenir autónomamente.
La psiquiatría para saber si una persona es psíquica y mentalmente normal plantea conocer su grado de adaptación a la realidad. Este principio es impugnable, hace imposible a la psiquiatría definir patologías.
Como terapeuta y asesor de grandes empresas aclaró un viejo conflicto, al explicar que “se supone que un problema complejo sólo puede ser abordado mediante complejas estrategias de solución de similares proporciones”.
Sin embargo distinguió que la inaudita complejidad de la vida nació de sencillísimas condiciones de partida y avanzó a pasos pequeñísimos. “Lo pequeño, tal vez sea más importante que lo grande”, subrayó.
Martin Buber afirmó que uno es una personal en tanto la sociedad lo confirma como tal y en línea con la corriente de la antipsiquiatria de los ’60 afirmó que “la sociedad es patógena, generadora de enfermedad y sus miembros más sensibles padecen la patología...
Gregory Bateson, antropólogo, fundador del Instituto de Investigaciones de la Mente, de Palo Alto, respecto a la existencia señaló que el “instinto es un principio de explicación”, mientras que para Alfred Korschipski, fundador de la Semántica General (1933) diferenció que “el nombre no es la cosa, el mapa no es el país”.
: Para Korschipski en cada cultura existe una distancia, existe el “dentro” y el “afuera” y los fenómenos derivan de la relación que uno establece.
La tendencia a dividir el mundo en bueno malo, blanco negro, verdadero y falso, que aún identifica a muchas sociedad, proviene de una idea del siglo pasado acerca de que el hombre nace con una forma de ser totalmente predeterminada.
Arthur Koestler también analizó la Rusia de Stalin y concluyó en que los inventos y descubrimientos no eran novedosos, sino más bien el establecimiento de una relación en sentido más amplio, entre dos cosas ya conocidas.
En la “Escritura invisible”, su autobiografía cuando fue detenido por las tropas de Franco y esperaba la ejecución en la cárcel y relató la sensación de la fascinación de estudiante, por la lucha por sus ideales, entre las paredes de la prisión, es decir que a través de medios finitos, alcanzó la comprensión del infinito.
Max Planck definió la voluntad libre: “Desde afuera está determinada causalmente, desde dentro es libre” y el célebre Bertrand Russell respecto al factor “relación” afirmó que “la ciencia se equivoca al mezclar el lenguaje de los objetos con el de las relaciones”, y por ello para el había que cambiar el modo de pensar.
El filósofo Wittgeustein llamó a superar la discrepancia entre el yo y el mundo.
“La muerte no es un evento más de la vida. No se vive la muerte” y precisó que si se entiende por “eternidad” la “atemporalidad”, entonces dijo que vive eternamente aquel que vive el presente.
Victor Frankl remarcó que “el hombre puede autorrealizarse sólo en la medida en que se olvida de si mismo, en la medida en que pasa de si mismo” y el escritor inglés Alexander Pope, escritor inglés afirmó: “Bienaventurado el que nada espera, pues será sorprendido de forma exquisita”.
Para los físicos, la observación lleva a otra realidad y al respecto Albert Einstein sostuvo que “en el mundo físico, no existe simultaneidad alguna, sin un observador que lo crea”.
Otras reflexiones también acercaron Epìctecto respecto a que “no son las cosas las que nos inquietan, sino las opiniones que tenemos de las cosas” y Orwell en cuanto a que “las personas con el estómago vacío no sólo no dudan del universo, ni siquiera llegan a pensar en el”.
Para finalizar valga este pensamiento de Oscar Wilde sobre la condición humana: “Dos tragedias hay en la vida. La falta de consumación del deseo y la consumación. De las dos, la segunda es mucho más trágica”.

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